jueves, 16 de octubre de 2008

LO QUE PROPONE BERNARDO VÁZQUEZ

ANÁLISIS DEL PROYECTO DE TRABAJO DEL DR. BERNARDO ROMERO VÁZQUEZ ASPIRANTE AL CARGO DE RECTOR DE LA UAQ PARA EL PERIODO 2009-2012.


I.INTRODUCCIÓN.

La complejidad sobre la que se funda el funcionamiento de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) requiere una actitud de compromiso y responsabilidad en cada una de las políticas y directrices que guían el funcionamiento de la actividad sustantiva de la UAQ: Docencia, Investigación y Extensión. Si bien, lo descrito anteriormente es la base del funcionamiento universitario, se debe partir del hecho de que la función administrativa, lejos de representar un laberinto de complicaciones en su accionar, significa una oportunidad para mejorar en lo instrumental el sistema organizacional de nuestra Universidad.

Lo que se debate en la próxima elección de Rector no es únicamente un proyecto de Universidad. También está en la mesa de discusión la forma en cómo la UAQ deberá tomar el rumbo de su futuro y viabilidad a largo plazo. Esas son las directrices que guían los planes de trabajo del Mtro. Raúl Iturralde Olvera y del Dr. Bernardo Romero Vázquez. Sin embargo, tanto cualitativa como cuantitativamente existen serias diferencias entre ambos proyectos. La propuesta que presenta el Mtro. Iturralde es un planteamiento congruente y sistemático que responde a las necesidades estructurales y demandas sociales de largo plazo, es un llamado a la integración, trabajo y mejora educativa que hacen todos los sectores universitarios y la sociedad queretana.

En contraste, la propuesta del Dr. Bernardo Romero Vázquez carece de un plan sistemático de trabajo. No logra articular mecanismos que permitan la integración de las desiciones de los sectores universitarios, al contrario, atenta contra ellos, como ya se argumentará más adelante. Sus propuestas son reactivas, orientadas al aquí y al ahora, sin visión a largo plazo, sin contener en lo concreto una idea clara del futuro y las consecuencias que conlleva la supuesta modernización de la Universidad propuesta por él.

El plan de trabajo del Dr. Bernardo Romero es asincrónico con la realidad que enfrenta la UAQ, porque a pesar de no especificar los mecanismos para afrontar y salvar las problemáticas de la Universidad, se refiere a ellas en términos extralimitados, dejando patente que sus cuestionamientos están ampliamente superados por la realidad institucional. De llevarse a cabo la propuesta del Dr. Romero, habría un retroceso que impediría solucionar los nuevos determinantes del contexto universitario local y nacional.

II. MODELO EDUCATIVO.

Hablar del modelo educativo de la UAQ lleva directamente a analizar los planes y proyectos académicos sobre los cuales se funda el funcionamiento de la Universidad: Docencia, Investigación y Extensión. La articulación del modelo educativo de la UAQ con el Plan Institucional de Desarrollo 2007-2012 (PIDE 2007-2012) ha sido una de los aciertos de la administración 2006-2009 encabezada por el Mtro. Raúl Iturralde Olvera. Esto ha repercutido en la apertura de espacios de formación académica al interior de los municipios que conforman el Estado de Querétaro y en la ampliación de la oferta educativa, con nuevas opciones de formación que responden a proyectos académicos estructurados en una visión a largo plazo:

“Los campi establecidos en los municipios de Jalpan, Cadereyta, San Juan del Río y Amealco, así como los planteles de bachillerato en Pedro Escobedo y Colón, forman parte integral de la Universidad. Más allá de las dificultades financieras, hemos sostenido la presencia de la Universidad en diversos municipios y cuya ubicación geográfica permite atender a todas las regiones del estado. Ofrecemos programas educativos de bachillerato, técnico superior universitario, licenciatura y posgrado a 2,490 estudiantes matriculados en estos campi y planteles.” (Plan de Trabajo 2009-2012, Mtro. Raúl Iturralde Olvera: Pág. 13).

Por otro lado, la propuesta para rector de la UAQ durante el periodo 2009-2012 presentada por el Dr. Romero Vázquez carece de validez al no encontrar un sustento firme en las propuestas que dirige hacia la comunidad universitaria en los rubros de: Docencia, Investigación y Extensión. En lo que se refiere a la docencia, el plan de trabajo del Dr. Romero carece de una visión de academia y calidad educativa al afirmar la:

“– Obsolescencia de planes y programas de estudio: Los planes y programas de estudio están desfasados de las necesidades actuales.” (Plan de Trabajo 2009-2012, Dr. Bernardo Romero Vázquez: Pág. 1)

Por tanto, las afirmaciones contenidas en el plan de trabajo del Dr. Bernardo Romero Vázquez desconocen los logros que han obtenido académicos, estudiantes y personal administrativo, es decir, no reconocen el trabajo realizado por los universitarios que ha permitido a la UAQ:

“El reconocimiento otorgado por la Secretaria de Educación Pública y cuya denominación es Universidad de Buena Calidad porque el número de estudiantes atendidos en 62 programas reconocidos en el nivel 1 de los CIEES alcanza al 79 % de la matricula total de licenciatura. Obtener el nivel 1 de los CIEES implica un ingerente esfuerzo académico y organizativo, implica que se ha consolidado el programa educativo y que la formación que reciben los estudiantes les asegura competir en el mercado de trabajo con ventajas comparativas.” (Plan de Trabajo 2009-2012, Mtro. Raúl Iturralde Olvera: Pág. 21).

La distancia entre los proyectos de Universidad que presenta el Dr. Bernardo Romero y el Mtro. Raúl Iturralde es profunda. El proyecto de trabajo para elección de rector 2009-2012 que presenta el Mtro. Iturralde es un planteamiento serio, argumentado, con estrategias y acciones puntuales para generar las condiciones sobre las que se debe de aterrizar el proyecto de crecimiento de la UAQ y su calidad educativa.

El eje primordial de la propuesta del Mtro. Raúl Iturralde Olvera representa un crecimiento con responsabilidad y compromiso con la calidad educativa, lo cual se ha visto reflejado en la consolidación de 132 opciones educativas de nivel medio superior, superior y posgrado, con lo que se abarcan todas las áreas del conocimiento científico y se atiende la demanda social en todas sus ramificaciones:

“En tres años pasamos de una población de 22,205 estudiantes a 25,898, un incremento del 16% […] el crecimiento en la matricula está asociado a dos factores fundamentales: a) el incremento en el número de aceptados en los programas educativos ya existentes, y, b) las nuevas opciones educativas que se han ofertado.” (Plan de Trabajo 2009-2012, Mtro. Raúl Iturralde Olvera: Pág. 9).

Crecimiento con responsabilidad y calidad educativa es la constante en el plan de trabajo del Mtro. Iturralde. La propuesta del Dr. Bernardo Romero Vázquez responde más a la lógica de un crecimiento reactivo, que sólo puede ser resuelto mediante inyecciones de presupuesto:

“Un gran problema que enfrenta nuestra Universidad de la falta de subsidios suficientes y oportunos, lo que genera dificultades para adquirir los suficientes materiales didácticos, bibliográficos y enero (sic) prácticos, además de que imposibilita a nuestra Universidad a dar cabida a todos los aspirantes.” (Plan de Trabajo 2009-2012, Dr. Bernardo Romero Vázquez: Pág. 3)

Es sumamente debatible y contradictoria su propuesta de modelo educativo, de desarrollo docente y de estudiantes. El Dr. Bernardo Romero no tiene claro el rumbo ni de su propuesta, ni de proyecto que debiera tomar la UAQ. En un primer momento, deslegitima procesos de evaluación de instancias externas[1] a la UAQ como lo son la certificación en el perfil del Programa de Mejoramiento al Profesorado (PROMEP) y la inclusión al Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Sin embargo, en sus compromisos con los docentes propone:

“Crear estructuras que faciliten la investigación y publicación de sus productos por parte de los docentes de la UAQ. Además, apoyar su inclusión a programas de posgrado, con el objeto de que cumplan los estándares requeridos para la adecuada certificación del perfil ideal del PROMEP y su inclusión en el Sistema Nacional de Investigadores.” (Plan de Trabajo 2009-2012, Dr. Bernardo Romero Vázquez: Pág. 10)

Además de estas contradicciones evidentes, el plan de trabajo del Dr. Bernardo Romero no enuncia las acciones estratégicas que permitirán la inclusión del personal docente en el perfil PROMEP o en el padrón del SNI, son simples enunciaciones que denotan carencias en la documentación del tema, lo cual es indicativo de la falta de un proyecto académico universitario.

El desconocimiento manifiesto de lo que es la Universidad sólo contribuye al enrarecimiento de la dinámica de funcionamiento de la UAQ. El Dr. Romero desconoce que debido a la gestión del Mtro. Raúl Iturralde cuenta con una planta de profesores altamente capacitada: 199 profesores con grado de doctor y 256 con maestría. De esta planta académica 153 cuentan con el perfil PROMEP y 115 se encuentran en el Sistema Nacional de Investigadores. (Plan de Trabajo 2009-2012, Mtro. Raúl Iturralde Olvera: Pág. 10).

En cambio, la propuesta del Mtro. Raúl Iturralde Olvera recupera los indicadores los lineamientos contenidos en el PIDE 2007-2012 relativo a la formación de profesionales emprendedores con conocimientos y competencias necesarios para insertarse dentro de los mercados de trabajo y transformar su entorno.

El plan de trabajo del Mtro. Iturralde atiende con acciones efectivas reflejadas en los indicadores de su gestión al llamado institucional que hace la UAQ a:

“Promover la convergencia de las acciones en estrategias que articulen los esfuerzos individuales y de los grupos de trabajo de la comunidad universitaria en logros institucionales y sociales. La libertad y pluralidad de ideas debe concretar acuerdos, propuestas y compromisos que impulsen la mejora continua del proceso educativo hacia el trabajo conjunto y corresponsable de los implicados. Uno de los retos de esta estrategia es vincular los programas educativos y los recursos financieros hacia metas comunes. Por ello, la transparencia de información, las propuestas de planeación se concretan en decisiones estratégicas por proyectos y programas de trabajo institucional de maestros, alumnos, administrativos y directivos en congruencia con la población y sectores a atender, así como los acuerdos adquiridos con dependencias públicas e instituciones privadas.” (PIDE 2007-2012: p 16)

III. MARCO INSTITUCIONAL.

Las políticas de funcionamiento interno de la UAQ se han manejado con un respeto irrestricto a los acuerdos que emergen desde las bases de la comunidad universitaria. La defensa por la autonomía universitaria hacia el exterior, establece, de igual forma, el respeto hacia el interior de las desiciones tomadas por los sectores que conforman a la Universidad. En este sentido la comunidad universitaria da un paso hacia delante en la resolución de los problemas centrales del quehacer universitario:

“Los problemas estructurales amenazaban a la Universidad con su inviabilidad. Los problemas derivados del sistema de jubilaciones y pensiones, del adeudo con el IMSS y la CEA, se convirtieron en fuertes diques al desarrollo de la institución […] los buenos resultados muestran que el enfoque adoptado fue el correcto, porque administrativamente se saldaron adeudos pendientes, laboralmente se pactó un nuevo sistema de pensiones y jubilaciones con los trabajadores académicos y administrativos y se creó el fideicomiso de pensiones y jubilaciones con el SUPAUAQ y trabajadores de confianza, mientras que legislativamente se aprobó un nuevo Estatuto orgánico y un Reglamento Único para cuestiones estudiantiles” (Plan de Trabajo 2009-2012, Mtro. Raúl Iturralde Olvera: Pág. 5).

En este rubro, la gestión del Mtro. Raúl Iturralde ha respetado los acuerdos que, en materia de Jubilaciones y Pensiones, Estatuto Orgánico y Reglamento de Estudiantes, ha tomado la comunidad universitaria, prueba de ello es la aprobación de las propuestas que se han generado en los puntos referidos.

Por otro lado, en la propuesta del Dr. Bernardo Romero se encuentran lineamientos que pueden desembocar en violaciones a la normatividad universitaria. Cuando reconoce que los profesores no tienen la posibilidad de impartir la asignatura idónea que les permita presentar los resultados de su trabajo de investigación porque las materias son distantes y no vinculadas a sus temas de investigación, lo hace solamente desde la perspectiva del investigador y excluye a los docentes y a los profesores que trabajan en el área de extensión. También pasa por alto las disposiciones contenidas en el Estatuto Orgánico de la UAQ, que implica un respeto a:

“La Libertad de Investigación incluye la potestad del investigador de buscar libre, objetiva y sistemáticamente nuevos conocimientos o reinterpretar los ya existentes.” (Artículo 8. Estatuto Orgánico de la Universidad Autónoma de Querétaro: Pág. 3)

Si bien esto genera una problemática entre actividades de docencia e investigación que pueden ser distantes, la simple interpretación parcial del Dr. Romero de dicha problemática, implica el desconocimiento de las formas y procedimientos de adjudicación de titularidades a través del Reglamento de Ingreso y Promoción del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Querétaro (RIPPAUAQ).

Asimismo, asume que los trabajadores académicos son entes pasivos que únicamente saben plegarse a los designios institucionales. Olvida el Dr. Romero que una las características de los universitarios, docentes e investigadores, es su capacidad creativa de construir y enriquecer el conocimiento íntimamente vinculado a la docencia. Considera al profesor universitario un organismo que sólo emite respuestas ante los embates del entorno; a los profesores les hace un flaco favor y muestra una visión anquilosada y denigrante del docente.

En su conjunto la propuesta del Dr. Bernardo Romero Vázquez ataca problemáticas que son más bien espejismos que se generan por el desconocimiento de la normatividad que guía el espíritu universitario:

“La Libertad de Cátedra incluye la facultad del docente para realizar libremente su labor académica, sin más limitaciones que las contenidas en el modelo educativo, los documentos fundamentales y los programas aprobados por el Consejo Universitario.” (Artículo 7. Estatuto Orgánico de la Universidad Autónoma de Querétaro: Pág. 2)

La Propuesta del Dr. Bernardo Romero Vázquez no atenta únicamente contra los artículos 7 y 8 de la legislación universitaria. También representa una clara amenaza hacia la autonomía de las instancias que conforman las diversas escuelas y facultades de la UAQ, atenta a la autodeterminación en planes y programas de estudio. En suma, se pretende regular desde el exterior a las partes involucradas en las problemáticas académicas:

“A pesar de que el plan de desarrollo de la Universidad Autónoma de Querétaro se refiere a un modelo educativo, y a pesar de diversos intentos que se han hecho por instaurar un modelo académico, actualmente carecemos de un paradigma pedagógico que oriente el contenido de los planes de estudio de las diversas unidades académicas de nuestra Universidad. En consecuencia, existe una gran dispersión en los estilos y contenidos de los programas de estudio, puesto que cada facultad, según las necesidades concretas en cada momento histórico, generar (sic) sus propios programas sin que haya congruencia con los demás en nuestra Universidad.”(Plan de Trabajo 2009-2012, Dr. Bernardo Romero Vázquez: Pág. 2).

Por último, el documento del Dr. Romero, en términos de forma, presenta serios problemas de redacción, en el rubro de la concordancia gramatical, así como en la puntuación, es descuidado, tiene errores ortográficos y ponen palabras que nada tienen que ver con lo que está diciendo.

La Rectoría de la Universidad implica compromiso, conocimiento, ética y respeto. El documento del Dr. Romero Vázquez acusa una falta de compromiso con el cargo al que aspira, un desconocimiento de las condiciones que implica producir un texto con un registro académico no formal, una actitud irrespetuosa hacia la comunidad a la que pretende dirigir al menospreciar a sus lectores, puesto que representa un documento mal escrito. A la falta de compromiso, el desconocimiento y la actitud irrespetuosa, se suma la falta de ética al no reconocerse como incapaz de dirigir los destinos de la UAQ y sí contribuir a enrarecer el ambiente universitario.


[1] .”(Plan de Trabajo 2009-2012, Dr. Bernardo Romero Vázquez: Pág. 3)

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